El ‘pueblo del anís’ se va desprendiendo poco a poco de su patrimonio cultural después de dos siglos, y todo por la ‘nefasta gestión que sigue desarrollando la clase política ruteña’. Cuarenta y cuatro años de trabajo e investigación se han empleado en conseguir el que ‘será el mayor museo no sólo sobre el anís sino además sobre la historia de las artes gráficas en España, y se ha rehabilitado un convento antiguo para acogerlo en un pueblo también conocido históricamente por su anís’. Son las palabras de Pedro Pérez Tapia, historiador ruteño y poseedor de la mayor colección de artículos relacionados con esta bebida espirituosa que existe en nuestro país. ‘Está a punto de establecerse en otro sitio porque yo ya me he cansado de proponer cosas en mi pueblo y que no me hagan caso, parece que por anteponer intereses particulares al interés general de las gentes de Rute’, lamenta Pedro.
Son miles y miles de artículos relacionados con el anís, con una historia distinta cada uno de ellos, una historia que Pedro Pérez conoce a la perfección tras haber investigado durante 44 años de su vida, entregada por completo a la investigación y a esta magnífica colección de innumerables artículos de más de 10.000 destilerías distintas que han existido en las 52 provincias del territorio español de esta bebida con más de 3000 años de historia. Pedro ha recorrido toda España para concluir su proyecto que ahora verá la luz lejos de Rute, provincia a provincia y pueblo a pueblo. Carteles, botellas, etiquetas, merchandising, letreros, alambiques y otras muchas piezas de museo la mayoría únicas con cientos de años de historia se expondrán en este museo que su promotor ha intentado por todos los medios que se construyera en Rute. ‘De hecho al Ayuntamiento no le iba a costar un duro. Un amigo y yo pusimos 240.000 euros encima de la mesa y la respuesta que se nos dio por parte del actual alcalde fue lamentable’ afirma Pedro, y aunque no ha querido ir más allá, no para de repetir que ‘a mí me tienen vetado en Rute parece ser por intereses particulares, porque yo no le veo otra explicación. Me han ninguneado y es el momento de marcharse’.
La primera botella de la historia del anís (1840) perfectamente conservada con el líquido en su interior, el primer cartel hecho a mano y que el bandolero José María ‘El Tempranillo’ no paraba de contemplar en una venta mientras bebía anís, la única botella que se conserva de una producción limitada que se envió al presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson a principios del siglo pasado, una etiqueta de Anís del Mono ‘fabricado en México’, un cartel original de un anís de Constantina que fue ‘literalmente plagiado’ por la multinacional más conocida del mundo para exponerlo en su sede americana; son algunos de los miles de objetos que saldrán de Rute rumbo a la provincia de Sevilla. ‘De hecho no vienen a pasearse precisamente a Rute un alcalde y la directora del patrimonio cultural de la Junta de Andalucía en los próximos días, vienen a llevárselo a otro sitio porque han advertido su potencial’, lamenta este historiador ruteño, a la vez que reconoce que ‘he tenido varias propuestas e incluso me han empujado a llevármelo a lugares como Cataluña, pero he preferido que no salga de Andalucía, eso ya era demasiado’. La entrevista que hemos llevado a cabo con Pedro concluye con una penosa afirmación: ‘en 2004 la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía envió una carta al señor alcalde de Rute para que se tomaran ‘medidas para preservar este patrimonio tan representativo y emblemático de buena parte de Rute, Andalucía y España’. La respuesta a la administración regional fue guardar la carta en un cajón, ‘pero tuve suerte porque un amigo mío funcionario del Ayuntamiento de Rute le hizo una fotocopia a escondidas y pude conocer de la existencia de esa carta gracias a él’ concluye.
Comentarios